Revoltijo de la Memoria

25.05.2020

Cuando intento dar significado a la memoria, pienso en palabras. Palabras que dicen, palabras que cuentan, que avisan, que piden permiso. Que dignifican y liberan. Palabras que extienden sus brazos a otras palabras, y las envuelven en sus cálidas letras. Palabras que protegen, que cuidan, que dan calor. Palabras que construyen, bloque a bloque muros gigantes, refugios, casas, castillos. Palabras que amontonan sueños y deseos. Que aparecen en dedos entrelazados. En susurros al oído, en promesas inquebrantables. Palabras que sanan.

Palabras que escapan de otras palabras que las quieren convencer de que no son lo suficientemente importantes. De que no expresan, no sirven, no tienen valor. Y luchan, y dan pelea, y no se rinden, porque en su fuero íntimo están absolutamente convencidas de lo que vinieron a decir.

Cuando pienso en memoria pienso en palabras. Que dicen, cuentan, avisan y escriben. Y la palabra escrita sobrevive. Atraviesa la barrera de la inmediatez. Le gana al tiempo, al espacio. La palabra genuina escrita con los dedos, la mano, el codo, y el alma. En remeras, carteles, ventanas y balcones. La que se queda. La que ningún viento de mayo se va a llevar. Cuando pienso en memoria pienso en los que quieren manipular la historia, bastardeando incluso hasta las palabras, ensuciandolas, ultrajándolas.

Y también pienso en las palabras que construyen cuerpo, y en el cuerpo que tiene marcas y en las marcas para las que no existe palabra. En el cuerpo con memoria, que nace sostenido por otros cuerpos. Que acompañan, cuidan, protegen y sanan. Sanan. Como las palabras.

Cuando pienso en memoria pienso en quienes no pueden dormir porque les fue arrebatado un pedazo de su historia. Y lo buscan. Y caminan, y gritan, y exigen. Y se juntan. Y se acompañan, se cuidan, se abrazan esperando que aparezcan respuestas. Pienso en la necesidad imperiosa de estos cuerpos del hoy de conocer la verdad sobre sus marcas, aunque el dolor no vaya a desaparecer jamás, aunque la historia no la devuelva nadie. Los mantienen vivos palabras. Palabras que se graban, se inscriben, se impregnan en la memoria.

Silvina Medina

2020 La Caverna°
Espacio de Filosofía | Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar